13 julio 2008

La tierra sin esperanza


―Por favor, no lo hagas.

Samuel ―ajeno a la súplica― entrelazó sus manos, formando un cuenco, y las introdujo en la charca. Se llevó el agua a los labios. Tenía color marrón y un intenso sabor a cobre y tierra. Dos pares de ojos le contemplaban impacientes, esperando una respuesta.

―Tengo que hacerlo, no aguanto más aquí.

―Eres nuestra única esperanza ―insistió Alfonso, el alcalde de la aldea, un anciano de rostro curtido y voz rasposa.― La gente confía en ti. Eres un líder, puedes unir a todos los pueblos del valle. Te admiran. Sólo necesitamos tiempo hasta que las cosas se estabilicen.

―¿Cuánto hace que no sabemos nada del gobierno? ¿Tres años? Ésa fue la última vez que un recaudador pasó por esta tierra muerta de polvo y hambre.

―No te engañes ―intervino la otra figura, un hombre de mirada severa, rasgos duros y complexión musculosa. Su antebrazo derecho terminaba en un muñón ennegrecido―. Allá fuera no hay nada que merezca la pena. No cometas el mismo error que yo. Todo se ha desplomado. Las ciudades están desiertas, sólo hay cadáveres y pequeños grupos que protegen su territorio y pelean entre sí. Y el campo es yermo, peor aún que aquí. Somos afortunados.

-¿Peor incluso que en esta tierra ingrata? Diez meses de sequía que secan los pozos y agostan los sembrados. Luego apenas dos meses de lluvias que la tierra chupa sin dejar rastro. Y este Sol que se lo come todo.

―No siempre fue así― dijo el alcalde―. Mejorará. Tiene que hacerlo. Ya no hay fábricas, ni electricidad ni nada de lo que nos hacía grandes pero al mismo tiempo destruía el planeta.

Samuel negó con la cabeza. No recordaba ninguna de aquellas maravillas de los tiempos antiguos. Él sólo había conocido las enfermedades, el Sol inclemente, las nubes que pasaban y oscurecían el cielo pero no dejaban caer una sola gota y, sobre todo, la pertinaz hambruna.

―¡No lo entendéis! ¡Me asfixio! Aquí estamos muriendo poco a poco y no hay nada que pueda hacer para evitarlo. He acabado con tres partidas de saqueadores, pero una cuarta se escabulló y asesinó a dos familias. Contruí una presa y cisternas para que los meses de sequía fueran menos duros, y entonces la tierra tembló. Y así es con todo; no importa cuánto me esfuerce, lucho para nada. ― Hundió la cabeza en el pecho mientras sus ojos comenzaban a brillar―. Quiero un lugar donde al nacer no haya que morir.

―Tendrás más hijos, y crecerán fuertes y sanos ―dijo el alcalde. Ni el mismo creía la mentira.― Los nuestros parten para no volver, pero tú podrías hacer que todo fuera distinto. Edificaríamos un nuevo orden.

Samuel no contestó. Se subió a su caballo, comprobó su vieja escopeta, y espoleó al animal. Una palabra suya y muchos le hubieran seguido, pero prefería la soledad. Sólo el viento le acompó en la fuga, soplando con fuerza a su espalda. Cuando abandonó la última calle del pueblo un grito de rabia e impotencia surgió de sus labios:

― ¡Jamás volveré!

Imagen de Karezoid.

25 comentarios:

Pedro dijo...

Relato siguiendo la inciativa del cuenta cuentos. Esta seman en vez de empezar con una frase, la propuesta era inspirarnos en una canción. Lo he intentado poner facil, como parte del juego ;)

Anónimo dijo...

"Un silbido cruza el pueblo y se ve un jinete, que se marcha, con el viento, mientras grita que no va a volver."
En algún lugar, de Duncan Dhu? La frase que has dejado de la canción me lo ha recordado, pero al principio no he caido!!!

Buen relato, fijate, para mi esa canción no signifcaba eso, y ahora que la escucho... joe, es que justo es lo que tu has escrito! (si es que es esta canción...).

Muchos besis

Sara dijo...

Me parece dificilisimo!!! Ahora que leo el comentario de Larisavel pienso que puede tener razón, pero hace siglos que no escucho esa canción y solo recuerdo el ritmillo!! jaja...
voy a tener que tirar de mula! :p

Rebeca Gonzalo dijo...

Maravillosa historia. Muy bien hilada. La pista viene de la mano de la frase: "y al nacer no haya que morir". De no ser por eso, no habría caído en la cuenta que era de Duncan Dhu. Estaba dudando entre una de Shakira y otra de Loquillo (increíble, pero cierto ji,ji). Has conseguido que la canción tome nuevos matices, gracias a tu historia. ¡Enhorabuena!

Anónimo dijo...

Ni idea.
Pero la forma en la que has descrito el cuento me ha encantado.
Podría alabar la idea, y el planteamiento pero no es mérito tuyo así que... me quedo con tu forma de contarlo.
¡un bessssote!

Anónimo dijo...

Está interesante, intenso. (Vigila las faltillas ortográficas para que no distraigan a los lectores.;)) En cuanto a la canción, no la conozco, pero igual da. Lo contase bien.
¡Saludos!

Laura Luna dijo...

Me gusta mucho la historia, cómo la has hilado y la valentía de Samuel. Sin embargo, pienso que has de revisar un poco los textos antes de subirlos :P Y dar un poco más de naturalidad a los diálogos. No te digo que estén mal, pero nadie habla en registro literario.

Gracias por esta tarta de palabras ;)

Un beso,
Mun

Pedro dijo...

Gracias Mun y Laura, si es que es lo que tiene escribir y subir (sí ya sé no es excusa tendría que escribir directamente bien).

Lo d elos dialogos... es que ando un poco cansado de ls dialogos realistas que estoy haciendo últimamente, me apetecía variar un poco :)

Anónimo dijo...

Desde una canción a un relato!!

la inspiración me sorprende

enhorabuena.

Saludos

JT dijo...

Muy muy bueno. Genial como has entretejido la canción con el relato, cómo has creado un ambiente y un contexto...

Anónimo dijo...

Antes la magia estaba en las mil y una maneras diferentes en que cada uno veíamos la frase semana tras semana, ahora... ahora resulta que también eres capaz de llevártela a una canción y hacerme verla (la canción, quiero decir) de un modo diferente al que yo la había interpretado al escucharla...

Yo también apuesto por "En algún lugar" y si no es... ¡bien podría! jejeje :P

Un besote, crack!

Susana dijo...

ufff una cancion? despues del dia que llevo jejeje toi atascá `pedro xd jajaja , pos na q te dejo un besito, me encantó el post, la esperanza es la certeza de lo que se espera, yo siempre abogo por ella , en fin, q besitos, su

Unknown dijo...

:$ después de leer que era una canción mmm... me tendrás que decir cuál es para mezclarla con tu historia.
Por ahora esa esperanza perdida que se lee del pobre anciano que no encuentra palabras para que el protagonista se quede es triste,fuerte... ¿cómo convencer a Samuel si el mismo se hizo viejo mirando lo que ya no habrá?

Quiero un lugar donde al nacer no haya que morir
Me encantó leerte :D y terminar mi día con tus palabras porque alienta y aviva el corazón.

En el post anterior te describiste como un escritor tardío :D Enhorabuena por el día que tomaste ese lápiz y decidiste regalarnos tus historias.

Un beso ronroneado en mi abrazo
pd: ese hombro mejor?... espero que si prrrr ;)

wannea dijo...

puesssssss de la canción ni idea la verdad, pero la historia te lllena la cabeza de ideas... me gusta

bessos!

Pugliesino dijo...

Un lugar donde al nacer... me apunto a ese lugar! Bueno al menos sería una cosa menos de la que preocuparnos :p
Un pastel crujiente como las ramas secas, donde el viento pone la música de fondo mientras las aves vuelan huyendo del tórrido calor.
Creo que acertaré mi primera canción!
Aunque el aviso del mundo que podríamos encontrarnos en un futuro, que aquì nos relatas no sea para alegrarse.
Un abrazo!

Y ese que mejore ese hombro!

Silvia_D dijo...

Sabes que cada día te superas?
Muy buen relato, la canción te inspiró un bella historia... se siente el sabor a polvo en los labios.

Besos, niño

Anónimo dijo...

Tu blog se merece una estrella que ilumine tu horizonte

Felicidades

Óscar Sejas dijo...

Ummm ¿desvelarás cual es la canción en la que te has inspirado? porque puestos a decir canciones se me ocurren mil...

La de Duncan Dhu tiene todas las papeletas por lo que veo, pero creo que habrá sorpresa.

¿Nos sacas de la incertidumbre?

Un abrazo

Pedro dijo...

Pues sois muchos los que habeis acertado, me alegro de aqu así sea, no se trataba d euna adivinanza, si no de inspirarse en una canción :)

Era: "En algún lugar", de Duncan Dhu.

Vito Márquez dijo...

Imaginativo homenaje a una canción genial!

Prospector dijo...

Buena canción y gran relato. Todo está bien contado, aunque al final me escamó lo de la letra de la canción. Un saludo.

Ángel Vela dijo...

Saludos Chavalote, un texto muy curioso, bien narrado que deja con ganas de más.
Decirte que como no leí lo de la inspiración en un tema musical me rallé muchisimo, ajajaja.

Si me lo permites, te señalo alguna cosilla.

"sequían que secan" esto me sonó bastante mal,creo que con un ligero cambio ganaría.

"la tierra chupa sin dejar rastro". ese chupa me chirria en mitad de un comentario de ese tipo.

"Contruí" te comiste una "s"

"acompó" ¿puede ser acompañó?

Creo que cambiaría algunos de los posesivos del último parrafo.

Y bueno no es que esté mal, pero yo quitaría algún que otro articulo.

Espero que no te moleste las correcciones, mi intención es la de ayudar. :)

Un abrazo Pedro, nos leemos ;)

Pedro dijo...

No hombre, palabras, no molestas ni mucho menos, es más se agradecen. como ya digo los comentarios me ayudan a mejorar y mucho :)

Javi dijo...

Jejeje

Sin tener ni idea de la iniciativa de cuentacuentos, en cuanto lei lo de "un lugar en el que al nacer no haya que morir" la melodía de una de las canciones que más me han gustado siempre.

Joer, esque la has clavado ;)

Gracias por hacerme, una vez más, sonreir

Javi dijo...

Me he comido un cacho de frase:

Sin tener ni idea de la iniciativa de cuentacuentos, en cuanto lei lo de "un lugar en el que al nacer no haya que morir" la melodía de una de las canciones que más me han gustado siempre ha empezado a sonar en mi cabeza.