Tarde de domingo, resaca. Pedro estaba tumbado en su casa, acompañado únicamente por unas palomitas medio quemadas de microondas y una manta con Homer Simpson imitando el cuadro del grito de Munch. Sus padres ya se habían ido a la cama
Puso una película en el DVD, una de miedo, ‘La Señal’, la niña asesina sale de pozo, sale de la pantalla y mata a todo aquel que no haya copiado su película, una verdadera pirata esta niña, Ramoncín ya le puso una denuncia por no pagar el Canon.
Pedro, empezaba a pasar miedo, la piel de gallina, y sobresaltos por doquier. Una hora y media después acabó la película, era ya de noche, Pedro intranquilo, no podía dormir, la película le atormentaba, los gritos, la imágenes giraban sobre su cabeza a una velocidad de vértigo. Se lamentaba de haber visto la película, siempre le pasaba lo mismo, por la noche en la cama pasaba miedo, mucho miedo.
De repente silencio, la voces de su cabeza dejaron de sonar, la imágenes desaparecieron, un ruido en la cocina, unos pequeños golpes no paraban de sonar… Pedro se levanto, encendió las luces, andaba despacio no sin antes mirar cada rincón de la casa hasta llegar a la cocina. Una vez dentro observó como el grifo goteaba. –Ese era el ruido, ese-
Y se tranquilizo, abrió el frigo y cogió algo para comer, chorizo, la partió con un gran cuchillo de cocina. Se fué la luz. Pedro gritó, la película volvía a su cabeza, miró hacia a tras y una sombra blanca de cabellos largos y oscuros que tapaban el rostro apareció tras el y levanto las manos para cojerlo. –¡¡No me cojeras!!- Gritó y en un alarde de reflejos, clavo el cuchillo en el estomago del fantasma. Volvió la luz. El padre de Pedro en la puerta. –¡¡Que has hecho desgraciado!!-. Pedro miró al suelo, su madre, con un camisón blanco con una mancha roja cada vez mas grande susurraba… Pedro tranquilo, ya estoy aquí.
MA. P.
Puso una película en el DVD, una de miedo, ‘La Señal’, la niña asesina sale de pozo, sale de la pantalla y mata a todo aquel que no haya copiado su película, una verdadera pirata esta niña, Ramoncín ya le puso una denuncia por no pagar el Canon.
Pedro, empezaba a pasar miedo, la piel de gallina, y sobresaltos por doquier. Una hora y media después acabó la película, era ya de noche, Pedro intranquilo, no podía dormir, la película le atormentaba, los gritos, la imágenes giraban sobre su cabeza a una velocidad de vértigo. Se lamentaba de haber visto la película, siempre le pasaba lo mismo, por la noche en la cama pasaba miedo, mucho miedo.
De repente silencio, la voces de su cabeza dejaron de sonar, la imágenes desaparecieron, un ruido en la cocina, unos pequeños golpes no paraban de sonar… Pedro se levanto, encendió las luces, andaba despacio no sin antes mirar cada rincón de la casa hasta llegar a la cocina. Una vez dentro observó como el grifo goteaba. –Ese era el ruido, ese-
Y se tranquilizo, abrió el frigo y cogió algo para comer, chorizo, la partió con un gran cuchillo de cocina. Se fué la luz. Pedro gritó, la película volvía a su cabeza, miró hacia a tras y una sombra blanca de cabellos largos y oscuros que tapaban el rostro apareció tras el y levanto las manos para cojerlo. –¡¡No me cojeras!!- Gritó y en un alarde de reflejos, clavo el cuchillo en el estomago del fantasma. Volvió la luz. El padre de Pedro en la puerta. –¡¡Que has hecho desgraciado!!-. Pedro miró al suelo, su madre, con un camisón blanco con una mancha roja cada vez mas grande susurraba… Pedro tranquilo, ya estoy aquí.
MA. P.