Despertar la furia
El ensangrentado hacha descendió violentamente y la cabeza de otro desgraciado se abrió como un melón. Desenterró el arma y con un grito salvaje se lanzó hacia su siguiente oponente. Su torso desnudo estaba salpicado de sangre que tapaba una buena parte de las intrincadas espirales pintadas o tatuadas. Un torques de oro señalaba su posición como líder de la tribu y como tal dirigía a sus hermanos en la caza.
Hermanos y hermanas como Dahud, que pasaba en ese momento a su lado como una exhalación atravesando a otra de aquellas ratas, su poderoso y atractivo cuerpo decorado igual que el de él.
Por desgracia estos miserables que proclamaban ser seguidores de los dioses nórdicos no eran más que carroñeros cobardes, corrompidos sus ideales por un loco que manchó la memoria de los habitantes de Valhala para convertirse en rey. No eran más que alimañas y no estaban acostumbrados a ser la presa, así que la mayoría huían cobardemente ante el salvaje ataque de los cazadores de Cernnunos.
Estaba claro que Mael disfrutaba de la bendición de un espíritu Oso, golpeando con un hacha en cada mano, sus mas de dos metros de puro músculo cubiertos de sangre. Tenía dos cortes en el vientre y el pecho pero le había visto sobrevivir a heridas mucho mayores y ahora que la furia de la batalla le dominaba nada inferior a cortarle las piernas le detendría.
Ya casi no quedaban presas vivas, había sido una gran cacería sin duda, el Cornudo estaría satisfecho. Cuando iba a lanzarse sobre uno especialmente grande que corría llorando oyó el sonido que anunciaba el final de todas sus batallas, gritó a sus hermanos
que se dispersaron alejándose del sonido de las sirenas.
En la noche de ayer una reunión de jóvenes de ideología neonazi fue atacada brutalmente. La investigación de la policía apunta a un ajuste de cuentas entre bandas, probablemente una procedente de Europa del Este, dado el ensañamiento y la extrema violencia empleados. Diez cabezas rapadas resultaron muertos y doce heridos según informan fuentes policiales.
Cerró el periódico sonriendo, no estaba mal, diez de veintidós. Se sujetó cuando el metro frenó al entrar en una estación. No se sentía muy cómodo vestido de traje pero que se le iba a hacer, el trabajo es el trabajo. Miró a Dahud, ahora en su papel de Eva Alcázar, cajera de supermercado, vestida con su uniforme de trabajo que disimulaba sus tatuajes y su atlético cuerpo, pero que no disminuía su belleza, y sonrió de nuevo. Ellos no habían olvidado de donde venían, la tierra gritaba torturada por las cadenas de la civilización y este grito había despertado los espíritus de sus hijos, cada día eran más en todas las ciudades. La sociedad iba a conocer el precio de traicionar sus raíces, de despertar la furia.
6 comentarios:
Muchas gracias por publicar mi pequeña historieta, solo un par de apuntes, hay una sección que debria estar en cursiva, la del texto del periodico y en el primer parrafo me he debido comer un par de palabras :P
Pero los bárbaros keltois estos... ¿son unos flipaos de la vida que machacan nazis(ole sus huevos)... o realmente Gaïa está despertando a algunas personas a las viejas tradiciones?
¿tu no te habías tatuado hace poco?
Ya estan hechas las modificaciones pero no entiendo lo de las primeras palabras . Mandamelas.
A mi me ha parecido bueno, aunque todo el tema ese de ir dando palizas no es bueno desde ningíun lado.
Al autor del blog le diría que no importa que copia si la idea es buena. Eso y que me gustaría ser estrella invitada, pero soy demasiado vago.
Ya estan los retoques que le faltaban, vamos que no es para tanto por una sola palabra.
La historia me ha gustado . quizás el arranque sea un tanto brusco para mi gusto, aunque supongo que es justo lo que pretendías :Que los sesos nos salpicasen un poco a todos.
Además no solo es una bonita historia si no que también trae un mensaje... anarco-ecologista? ;)
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