08 noviembre 2011

ILUSIONARIA


ERASE UNA VEZ… ILUSIONARIA



La madrugada del 26 de abril de 1986, el reactor número 4 de la Central Nuclear de Chernóbil hizo explosión cerca de la frontera con Bielorrusia. Se intentó acabar con el fuego utilizando agua, creando así una gran nube radiactiva que el aire distribuyó por diversos países europeos.
Podría ser el comienzo de un cuento con apenas perspectiva de final feliz, pero no lo es y, de serlo, habría esperanza.
Han pasado 25 años y el aire les sigue haciendo daño.
Tan triste y sencillo como que el material contaminante de la atmósfera libera elementos radiactivos que el organismo reconoce como sales minerales, así que los deja formar parte del metabolismo, provocando en el ser humano diversos daños. Los mayores afectados son los niños, por su condición de seres en crecimiento. Por si no fuera suficiente, a la poca esperanza sanitaria del entorno, se le suma la económica.
Por todo esto, y porque no debemos olvidar, nace ILUSIONARIA. Se trata de un proyecto benéfico en el que colaboran 20 autores y 20 ilustradores de nuestro país, bajo la batuta de Juan de Dios Garduño Cuenca (escritor y asesor editorial).
Los nombres de los participantes, así como sus biografías, pueden consultarse en
http://ilusionariaantologabenfica.blogspot.com/, blog creado para la difusión de los avances al respecto, información de las presentaciones previstas y posibilidad de realizar un pre-pedido de la antología.
Dentro de ILUSIONARIA encontrará veinte cuentos infantiles y sus respectivas y maravillosas
ilustraciones, con este ilusionante proyecto se pretende recaudar fondos que serán entregados, en su totalidad, a la Asociación “Matrioska-Fons Mellaria”. Con ellos, se cubrirán gastos de desplazamiento y gestiones de visados de los niños de 7 a 17 años que componen el programa de acogida.
¿Por qué traer a estos niños a nuestro país? Dos razones importantes:
1.- Que los niveles de material radioactivo disminuya en el organismo de los niños acogidos (está
probado que se consigue con estancias de 45 a 60 días fuera de “onda”).
2.- Que puedan ser, al menos durante verano y navidad, lo que son: niños.
Escribamos, entre todos, este cuento.