25 julio 2011

Para mí tu carne

La editorial 23 Escalones presenta una antología de relatos de temática zombi en la que participan algunos de los escritores más destacados de la narrativa de terror en España. Doce autores contemporáneos que llevan a cabo una original revisión del universo literario de los muertos vivientes a través de diecinueve cuentos de horror.

El grupo literario Sevilla Escribe nace en 2007 gracias a la ilusión de unos cuantos escritores de la ciudad del Guadalquivir, liderados por sus miembros fundadores: Manuel Mije, Ernesto Fernández, Fran J. Franco, Ángel Vela Rodríguez y Francisco Javier Sosa Garduño. Gracias al hueco labrado en el mundo de las letras y a su crecimiento a través de la red mediante el blog y el foro homónimos, Sevilla Escribe ha ido recibiendo a escritores de otras ciudades y provincias, hasta amalgamar a un buen grupo de jóvenes valores.

Como colectivo ha sido jurado en el Visiones 2010 y en otros importantes concursos literarios. En 2010 se publicó la antología Tenebrae con la editorial Saco de Huesos. Además, ha colaborado con la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en la elaboración de los microrrelatos de las Ecoagendas de 2011.

Independientemente de la carrera literaria de cada integrante, el colectivo Sevilla Escribe está apostando por trabajar de manera conjunta en distintos proyectos literarios. Para mí tu carne es uno de ellos. Los relatos de doce de sus componentes conforman esta antología: Félix Morales Hidalgo, Virginia Pérez de la Puente, Pedro Escudero Zumel, Francisco Jesús Franco, Luisfer Romero Calero, Alejandro Castroguer, Juan de Dios Garduño, Juan Ángel Laguna, Manuel Mije, Vanessa Benítez Jaime, Francisco J. Sosa Garduño y Carlos Sisí.

“El laberinto es blanco. Blanco como la muerte. Porque la muerte es blanca. No blanca como el polvo de arroz con el que se maquilla una geisha, sino blanca como los periódicos trasnochados, blanca como un hueso mordido por la intemperie. Óscar lo descubrió en el rostro cerúleo de su abuelo, cuando lo velaron allá arriba, en Jasa. Ese blanco corrupto, el mismo que se enseñoreaba de la casona, era la inconfundible firma de la muerte. Como una huella dactilar. Y por eso dudó, y estuvo a punto de dar media vuelta y largarse como alma que lleva el diablo. Pero ya había avanzado demasiado y decidió descubrir lo que se escondía tras del dédalo de papeles amontonados como barricadas imposibles.

Así fue como descubrió a Margarita.

Muerta.”

(Juan Ángel Laguna Edroso)

“Gritó.

De angustia, de odio, de dolor. Y, al tiempo que gritaba, dio un fuerte tirón que arrancó limpiamente la cabeza del cuerpo del anciano, ahogando con el brusco crujido de su cuello al partirse el sonido de su aullido de terror. La sangre cálida salpicó su rostro y sus brazos. No lo notó. Solo sus ojos percibieron las gotas que se escurrían lentamente hasta su codo, que caían después sobre la tierra reseca y negruzca. Sangre. Gotas como cera caliente derritiéndose en una vela negra.

Soltó la cabeza, que cayó a sus pies con un golpe sordo. Después, sus dedos se desasieron de la sucia camisa del hombre. También el cuerpo cayó al suelo y quedó tumbado junto al cadáver de uno de los jóvenes, que todavía lo miraba con ojos acusadores desde las profundidades de su capucha negra.”

(Virginia Pérez de la Puente)

FICHA

Título: Para mí tu carne

Autores: Carlos Sisí, Juan de Dios Garduño, Juan Ángel Laguna, Virginia Pérez de la Puente, Pedro Escudero Zumel, Alejandro Castroguer, Vanessa Benítez Jaime, Luisfer Romero Calero, Félix Morales Hidalgo, Manuel Mije, Francisco J. Sosa Garduño, Francisco Jesús Franco.

Ilustración de la portada: Luis NCT

Nº de páginas: 350

Tamaño: 230mm x 150mm

Encuadernación: Rústica con solapas

PVP: 18 €

ISBN: 978‐84‐15104‐74‐2

Fecha de lanzamiento: 5 de agosto

Distribuidora: SD Distribuciones (www.sddistribuciones.com)

Editorial 23 Escalones

www.23escalones.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

Grandes ojos Carmen
grandes ojos cerúleos
y delirantes

A mí, a mí tu carne,
tu tiempo descomunal,
tu luz triunfante

¿Dónde está mi suerte?
¿Mi fortuna sobre ruedas?
¿Mi contraste?