25 agosto 2007

Negro eterno

EL HOMBRE DE NEGRO HUÍA A TRAVES DEL DESIERTO, Y EL PISTOLERO IBA EN POS DE ÉL. Una persecución, una vida. Los días seguían la misma monótona rutina, el sol se levantaba y se ponía en el horizonte, como una naranja madura que va y viene. El tiempo no tenía sentido, los días en que la naranja se deslizaba perezosa por el cielo se entrelazaban con otros en los que era una fugaz línea que daba paso a la noche. Una noche oscura, de boca de lobo y mil ruidos extraños que prometían una muerte agónica. Solo en dos ocasiones los ruidos se atrevieron a tener forma. Fue hace mucho, o quizás ayer. Ahora yacen en el desierto consumidos por el sol y las alimañas.

-Una persecución, una vida- repetía incansablemente, mientras acariciaba la suave culata de sus revólveres. Pero habian sido muchas y él lo sabía: Vidas salvadas y arrebatadas con sus balas; pueblos que reconstruyó y protegió; una nueva civilización erigida de los escombros putrefactos del pasado y las trampas ponzoñosas que el hombre de negro dejaba a su paso; una raza florecida que le adoraba como aun nuevo Mesías. Pero todas esas gestas y hazañas de nada valían si finalmente no ajusticiaba a su adeversario. Era la conclusión lógica. La necesidad cósmica. El bueno gana, y el malo al hoyo. Solo que el pistolero no era el bueno, hacía mucho que no lo era. No le importaba, ya no. Sus logros serán su lápida.

La árida planicie desembocó en unas colinas resecas. Paulatinamente los lóbregos arbustos espinosos que trataban de arrancar gotas de agua al suelo, dieron paso a matojos bajos y pinos enanos. Antes de que la naranja diaria alcanzara su cenit las colinas desembocaron en un valle de un verde intenso que hería los ojos del pistolero, acostumbrados al eterno blanco sal del desierto. Al fondo de aquel hermoso paraje un pequeño pueblo, uno vivo cuyo bullicio y olor a pan recién horneado arrastraba el viento; y a medio camino una casita de ensueño pintada en agradables tonalidades pastel, con unas hermosas cristaleras que se abren al amanecer y un acogedor porche al ocaso; y esperando frente a la casita el hombre de negro. Un cartel señalaba hacia el norte: Nueva Esperanza. Otro señalaba al sur: A Tuk una vida...

Se encontraron en un prado de hierba encrespada en la parte trasera de la casa, junto al porche, donde un niño de unos diez años se balanceaba rítmicamente en una mecedora.
-Dile que entre en la casa.- dijo el pistolero, más por costumbre que porque realmente le importara.
-Quizás sea mejor que se quede y aprenda.- respondió el hombre de negro con una sonrisa.
-¿Es tu hijo?-
- ¿Quién no lo es en esta tierra? He creado el germen de una nueva era que se extenderá desde este valle. He sembrado el mundo y has sido mi herramienta. Ahora tú eliges-
- Sea.- respondió el pistolero desafiante.

Ambos se miraron fijamente, aproximando sus manos a las culatas de sus revólveres. En otro tiempo y otro lugar hubieran sido mandobles, espadas láser o varitas mágicas fabricadas con la pluma de un ave fénix. Pero en aquel momento y situación debían ser revólveres.

Cuatro detonaciones fueron seguidas por otras tantas violentas sacudidas del hombre de negro, que se desplomó inerte sobre la hierba. “Guarda una bala siempre para los problemas y otra más para sus amigos.” Así se lo enseñó su maestro. Un ruido en el porche hizo que se girara. Una mujer con el rostro descompuesto por el horror corría hacia él. Otra bala, otra vida. Un nuevo ruido, el niño había saltado del porche y le retaba desafiante con una mirada acuosa que contenía un universo, y en la que el pistolero se perdió; y no le gustó lo que allí encontró, pues vio su propio reflejo.

Aterrorizado, el pistolero escapó a la carrera, sin percatarse de que a cada paso su ropa se tornaba en negra. Como su alma. Cuida de no convertirte en el mal que persigues.

Por eso...

EL HOMBRE DE NEGRO HUÍA, Y EL PISTOLERO IBA EN POS DE ÉL...

15 agosto 2007

El encuentro de los brezos

A todos los que os guste la épica os invito a que leais el relato que me han publicado en ociojoven.com (Hay un enlace directo al portal en al barra de la derecha, os animo a visitarlo si no lo conoceis) . Ya me contareís que os parece.

Os dejo un enlace directo para evitar extravíos :

http://ociojoven.com/article/articleview/983563/1/247/el-encuentro-de-los-brezos.html